Principales errores al quitar el pañal a tus hijos. Así debes hacerlo.

El verano es una época muy indicada para que los padres se animen a quitar el pañal a sus hijos con el objetivo de que aprendan a controlar sus ganas de orinar y lo hagan en el baño. Tres son las razones principales, según apunta a ABC Juan Carlos Ruiz de la Roja, jefe de Urología del Hospital Santa Cristina de Madrid:

—La buena temperatura permite que los niños no se enfríen ni se sientan demasiado incómodos ante un escape de orina al notar la humedad.

—Los padres están de vacaciones y es más fácil estar pendientes de ayudarles y acompañarles al baño cada cierto tiempo y estar allí con ellos para que aprendan que no deben hacerse pis encima.

—Al comenzar los colegios, los niños de tres años ya deben ir sin pañal a clase.

PH: ABC España

Este experto explica que las familias deben tener paciencia y saber que en el control diurno los niños y niñas tardan prácticamente el mismo tiempo en conseguirlo, pero «los niños necesitan más tiempo en el control nocturno por la sencilla razón de que el desarrollo de su sistema urinario es más tardío. Habitualmente les cuesta más también por tener una mayor producción de orina, porque tienen un sueño más profundo e, incluso, influye que la capacidad de la vejiga es más pequeña».

En cualquier caso, cuando los padres se plantean quitar el pañal a sus hijos lo que «nunca tienen que hacer es ofrecer que lo hagan en un orinal. Es un gran error. Los niños deben ir al baño y hacerlo de pie y las niñas sentadas ayudándolas con un alzador para que tengan las piernas en ángulo recto y puedan ejercer mayor presión al orinar. Cuando terminen de hacerlo, es recomendable en ambos casos llevarles a los cinco minutos de nuevo al baño para que terminen de vaciar la orina que les ha quedado en la vejiga porque su sistema urinario aún no es maduro», explica este doctor autor de «¿Por qué se orinan los niños en la cama?».

Lo habitual es que un adulto en condiciones normales aguante una media de tres horas sin orinar, pero en el caso de los menores el tiempo se reduce a una hora y media, por eso hay que llevarles con mayor frecuencia. Si no llegan al baño sin hacérselo encima, el jefe de Urología del Hospital Santa Cristina de Madrid recomienda no regañarles nunca ni castigarles; todo lo contrario, es mejor ser positivos y transmitirles mensajes de ánimo del tipo «la próxima vez lo conseguirás».

PH: Planeta Mamá

Lo normal es que en el plazo de una semana logren el control diurno, mientras que el nocturno se aplaza un poco más «por lo que los padres no deben dudar en mantener el pañal por la noche si fuera necesario porque los niños, al quedarse dormidos, no son conscientes de si lo llevan puesto o no y no supone un retraso en su objetivo. Lo que no tiene ningún sentido —añade— es que le despierten cada cierto tiempo para llevarle al baño».

No obstante, advierte que si después de los cinco años el niño prosigue mojando la cama por la noche hay que llevarle al pediatra porque puede tener enuresis y es un problema de fácil solución con el tratamiento médico adecuado. «Casi un 25% de los niños tiene un escape nocturno hasta los cinco años y después de esta edad un 15%», matiza este experto.

En cualquier caso, recomienda que los padres no se olviden de que el niño orine antes de ir a acostarse y que es mejor que tome pocos líquidos momentos antes de irse a dormir.

Fuente: ABC España

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Niños y rabietas: los terribles dos años

Nuestro bebé ha alcanzado sus dos primeros añitos y con ellos, se da cuenta rápidamente de que puede manejar la frustración a su antojo, demostrar su enfado e insistir en conseguir lo que quiere con facilidad. Es por ello que los padres de los niños de 2 años nos preguntamos constantemente cómo gestionar los berrinches de nuestros hijos.

PH: ABC España

Para responder a estas y otras cuestiones contamos en esta ocasión con la ayuda de Marta Fernández Francés, Maestra de Educación Infantil en el colegio Ceu San Pablo de Valencia. «El niño está en una etapa de crecimiento y maduración vertiginosa, por ello, considero más respetuoso y efectivo tratar de ponerse en sus zapatos para entender su frustración y darle herramientas para canalizar ese torrente emocional que le desborda. Si se siente comprendido y acompañado en todo momento desarrollará un apego seguro que le permitirá explorar el mundo y desarrollarse. De esta manera, con el tiempo, irá aprendiendo a actuar, comportarse y gestionar aquello que siente de manera más autónoma», explica la experta.

Lo primero que debemos hacer para manejar una rabieta de un pequeño de dos años es comprender el punto de desarrollo en el que se encuentra. Según Marta Fernández, «a los dos años los niños comienzan a desarrollar las habilidades lingüísticas; les escuchamos decir palabras e incluso algunos se lanzan con frases cortas y pensamos que son capaces de expresar aquello que sienten pero su lenguaje todavía es inmaduro. Su forma de comunicarse con el mundo exterior es a través del grito, la pataleta o el llanto; podemos entenderlo entonces como una forma de supervivencia ya que de esta forma nos hacen saber qué es lo que necesitan en cada momento». 

Y es que se trata de un periodo en el que los niños viven grandes cambios no solo a nivel intelectual, sino también social, afectivo y de aprendizaje que le permiten conocer el mundo que les rodea. «Su lenguaje irá evolucionando y enriqueciéndose, y  aprenderá a poner nombre a lo que siente, que es el primer paso para aprender a gestionar sus emociones», añade la maestra de Educación Infantil.

Anticípate a su llanto

PH: The Irish Catholic

Teniendo en cuenta todo esto, lo cierto es que es normal que empiece a descontrolarse, a probar los límites, a querer hacer cosas por él mismo y todo esto acaba significando que se presentan a menudo berrinches y episodios de enojo y frustración. Sin embargo, nosotros como adultos que somos, podemos posicionarnos en un lugar de apoyo y sobre todo intentar anticiparnos antes de que el pequeño arranque a llorar. «Las rabietas forman parte del desarrollo del niño y, aunque cueste creerlo, tienen su parte positiva pues le brinda oportunidades de crecimiento y evolución», opina Marta Fernández. Por tanto, conviene aceptarlas (a veces nos empeñamos en luchar contra ellas) y acompañar a nuestros pequeños mostrándoles comprensión y afecto. Pero seamos prácticos, algunas se pueden evitar ¿cómo? «actuando antes de que llegue la tormenta. Conocemos muy bien a nuestros niños y somos capaces de anticiparnos, por ejemplo, a sus necesidades de hambre, frío o sueño», añade la maestra.

Una rabieta intensa, en especial en público, puede hacer que perdamos los nervios, que se quede fuera de control. «En estas situaciones los niños salen de su zona de confianza y tienen que hacer un esfuerzo por adaptarse a un nuevo lugar, a personas desconocidas y a estímulos distintos a los que perciben normalmente. En este escenario en el que se sienten inseguros, nerviosos y alerta cualquier pequeño detalle puede desencadenar una rabieta. La clave para afrontarla está en nuestra mano; de nuestra respuesta dependerá su comportamiento en el futuro. Si los niños detectan que sus rabietas fuera de casa tienen un efecto distinto en nuestro comportamiento no podrán predecir nuestra actuación y se sentirán inseguros», nos explica Marta Fernández. Pero ¿cómo ayudarles?: «Debemos guiarles con coherencia en esta etapa de su desarrollo empleando los ingredientes adecuados (amor, respeto, empatía y mucha paciencia)», añade la experta. No debemos olvidarnos de que nosotros somos los adultos y debemos mostrarnos tranquilos en todo momento, no importa si estamos solos con él o tenemos un grupo de gente observando la situación.

Rabietas y cansancio

PH: Parents.com

La falta de descanso es un motivo de rabieta frecuente; cuanto más cansados están, más fácil es que los niños tengan una rabieta. «Si en el momento de esa explosión irracional conseguimos mirar más allá de lo que está sucediendo (gritos, lloros, pataletas…) comprenderemos que muchas veces son señales de sueño o cansancio. A través de esas conductas nos transmiten su malestar y, a su manera, nos piden ayuda para gestionar aquello que están sintiendo», comenta Marta Fernández.

«Llegados a este punto, debemos, en la medida de lo posible, mantener la calma y acompañar a nuestros pequeños en esa incomodidad que sienten. ¡Qué duro debe ser para ellos seguir el ritmo que marcamos los adultos! Podemos también anticiparnos a la situación y establecer en casa unas rutinas de sueño que ayudarán a los niños a saber lo que va a ocurrir en cada momento y así sentirse seguros», añade.

Fuente: ABC España

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La importancia de transmitir a los niños el valor de la amistad desde edades bien tempranas

Pocas cosas existen en la vida más satisfactorias que la amistad. Dice el refranero que «quien tiene un amigo, tiene un tesoro», y no puede ser más cierto. Un buen amigo es compañía, cariño, diversión, apoyo, confidencias, conexión, comprensión, fidelidad… Pero la amistad hay que cuidarla, cultivarla, y esto debe aprenderse desde pequeño. Por eso es importante inculcar a los niños el valor de la amistad desde edades bien tempranas.

PH: ABC España

Hace justo una década que Naciones Unidas decidió proclamar el 30 de julio como el Día Internacional de la Amistad, para homenajear a ese poderoso sentimiento desinteresado capaz de romper barreras y unir a personas muy diferentes, algo tan necesario en nuestros tiempos. Y hemos querido aprovechar esta efeméride para analizar cómo se trata de transmitir hoy día a los más pequeños la importancia de ser y tener buenos amigos.

En la época actual, el estilo de vida apunta más hacia el individualismo y la superficialidad que hacia la vida en comunidad y los lazos profundos. En el colegio, los niños de otras generaciones hemos pasado prácticamente toda nuestra etapa educativa con los mismos compañeros de clase, creándose entre nosotros un vínculo que en muchos casos es para toda la vida. Ahora, sin embargo, la mayoría de los centros han implantado la norma de mezclar los grupos cada año o dos años. Esto puede tener grandes ventajas en lo que respecta a la capacidad de socialización y adaptación, o a la posibilidad de reinventarse cada curso y romper las «etiquetas» que sus compañeros les han puesto; pero también dificulta el proceso de arraigar las amistades, de consolidarlas y hacer que perduren en el tiempo.

Por otro lado, los niños de hoy pasan muchas horas jugando solos, con sus tablets, consolas, ordenadores, smartphones… Incluso, a partir de ciertas edades, cuando se juntan con amigos, puedes ver sus cabezas agachadas sobre sus respectivos móviles, en lugar de estar jugando a algo todos juntos. Atrás han quedado esos tiempos en los que las escondidas, la mancha, la rayuela o el pica pared inundaban nuestras calles y plazas. Juegos con los que nos divertíamos y afianzábamos nuestras amistades.

La literatura, el cine y la televisión están llenos de ejemplos de amistad irreductible e inspiradora para los niños de todas las generaciones: Mafalda, Felipe, Manolito, Susanita, y Miguelito; Harry Potter, Ron y Hermione; Buzz Lightyear, Woody y todos los juguetes de Andy; Mickey y Donald, Bob Esponja y Patricio… Incluso hemos disfrutado de amistades profundas con animales… y otros seres: Snoopy y Charlie Brown, Scooby Doo y Shaggy, Elliot y E.T.

PH: Confirmado VE

Pero en la actualidad, nuestros hijos viven parte de su ocio desde los dispositivos electrónicos. De ahí que sea fundamental elegir bien los contenidos digitales que consumen, y apostar por apps, webs y juegos adecuados, adaptados a su edad, a ser posible con un trasfondo educativo, que sirvan no solo para reforzar su aprendizaje relativo a las materias escolares, sino también para educar y formar en valores. Y uno de esos valores ha de ser la amistad.

Del mismo modo que cada vez más existen contenidos digitales en los que se trabaja su concienciación sobre el reciclaje, el cuidado de los animales y el medio ambiente, los derechos humanos, la igualdad y la no discriminación, el deporte, los hábitos y la alimentación saludable, subrayar la fuerza de la amistad les ayudará a entender desde pequeños la importancia de tener amigos, de cuidarnos, de respetarlos y valorar sus diferencias.

Lo ideal es que como padres elijamos aplicaciones que se toman muy en serio esta concienciación sobre el valor de la amistad. Por ejemplo, aquellas cuyo objetivo es que, mientras juegan solos con su tablet, los niños comprendan que ahí fuera están sus amigos, esperándoles para vivir aventuras «de verdad» y descubrir el mundo juntos. Busquemos aplicaciones que ofrezcan a los padres la tranquilidad de saber que sus hijos se divierten con contenidos constructivos que estimulan los valores que cimentarán su personalidad, en lugar de dedicarse a otro tipo de juegos de carácter más agresivo donde gana el que es capaz de destruir o deshacerse de más jugadores.

La vida sin amigos es mucho menos divertida. ¡Feliz Día Internacional de la Amistad!

Fuente: ABC España

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Maternidad: las sorprendentes razones detrás de los antojos de las embarazadas

Todos hemos escuchado historias sobre mujeres embarazadas con extraños antojos. La que quiere solo helado y encurtidos, la que envía a su esposo a la 1 de la madrugada a por pollo frito, que desea de una manera profunda y primitiva, o la de aquella que necesita cinco barras de una marca de chocolate muy específica. Tal vez incluso hemos experimentado ese intenso deseo de este tipo nosotros mismos.

PH: La Nación

A menudo se especula con que los antojos durante el embarazo satisfacen algunas necesidades nutricionales de la mujer o el feto, y hay algo atractivo en la idea de que reflejan una realidad biológica subyacente. Después de todo, es una parte confusa de un proceso a veces difícil. Gestionar a un humano entre las vísceras ya es largo, agotador e incómodo, así que es mejor que haya una razón para la urgente necesidad de comer tacos.

No en todas las culturas

PH: La Nación

Sin embargo, las investigaciones científicas conceden al tema un halo misterioso y bastante más complejo. Los investigadores descubrieron que los antojos de embarazo como concepto no necesariamente se experimentan en todas las culturas. Y en aquellas culturas de habla no inglesa donde las mujeres a veces tienen antojos, piden cosas muy diferentes a las que quieren las mujeres de Estados Unidos o Reino Unido, por ejemplo. En Japón, cuando se habla de antojos, el alimento más comúnmente deseado es el arroz.

Es más, los estudios para ver si los alimentos comúnmente deseados proporcionan nutrientes específicos que son útiles para el embarazo se encontró que no suelen ser buenas fuentes de alimento. De hecho, las mujeres que reportan antojos tienden a aumentar más de peso de lo que generalmente se considera saludable durante un embarazo, lo que puede conducir a una mayor tasa de complicaciones.

Eso no significa que las mujeres que tienen antojos se estén inventando todo. La ciencia cree que estos antojos pueden estar provocados por algo diferente a necesidades bioquímicas.

Analizar el deseo de determinados alimentos en general puede proporcionar parte de las respuestas, sugiere Julia Hormes, profesora de psicología en la Universidad Estatal de Nueva York, que ha estudiado los antojos en muchos entornos diferentes. Por ejemplo, alrededor del 50% de las mujeres de Estados Unidos que tienen antojo de chocolate lo hacen en la semana anterior a su período, dice Hormes.

PH: La Nación

Los científicos han explorado si este deseo se produce por la necesidad de consumir algún nutriente importante para la menstruación, o si refleja el cambiante estado de las hormonas.

En un experimento, un psicólogo les pidió a las mujeres que abrieran una caja que les habían dado y que comieran lo que había dentro la próxima vez que sintieran ese antojo. Algunas cajas contenían chocolate con leche, que tiene todos los nutrientes que generalmente se encuentran en el chocolate junto con una textura que se derrite en la boca. Otras tenían chocolate blanco, que no contiene sólidos de cacao (que le dan a la leche y al chocolate oscuro sus colores marrones) pero tiene una textura agradable, y algunas cajas tenían pastillas de cacao, que tienen los nutrientes sólidos de cacao pero nada de la experiencia de comer chocolate. El chocolate blanco fue en realidad el más exitoso para saciar los antojos, lo que descartó que se produjeran por la necesidad de consumir nutrientes útiles o ingredientes activos del cacao.

Otros estudios que analizaron los antojos de chocolate no encontraron ninguna conexión con los niveles hormonales. De hecho, las mujeres en la menopausia continúan reportando antojos de chocolate, dijo Hormes. Simplemente lo atribuyen a alguna otra causa.

Todo esto apunta a que el origen de los antojos es cultural o psicológico.

Alimentos sabrosos

PH: La Nación

El fuerte deseo de una galleta mantecosa, una barra de chocolate o una bolsa de papas fritas, puede comenzar como un simple pensamiento y luego convertirse poco a poco en una obsesión a la que es difícil no hacer caso. Al mismo tiempo, en Estados Unidos y otros lugares, la idea de alimentos muy sabrosos, acarrean un fuerte sentimiento de culpa.

En inglés se utilizan la palabra «palatable», un término que los investigadores usan para referirse a todo, desde helados hasta tortas y fideos con queso derretido. «Hay una cierta ambivalencia», dice Hormes, «es placentero, pero culturalmente algo me dice que no debería comerme este chocolate. Realmente lo quiero, pero no debería. Creemos que este es el marco que alimenta la creación de un antojo».

En particular, si alguien ha estado aguantándose durante bastante tiempo o si se permite comer algo pocas veces, es difícil controlarse. Así que, después de comer un pedazo de torta, en lugar quedarse satisfecho, se come tres más.

Además, las mujeres embarazadas a menudo limitan la ingestión de ciertos alimentos, como el sushi o la carne poco curada, ya sea con el objetivo de que tengan una dieta más saludable o por recomendaciones de los médicos.

Todo esto en conjunto conduce a una situación, al menos en algunas partes del mundo, donde es más probable que surjan los antojos y que sean difíciles de controlar. Y esto a su vez puede llevar a un aumento excesivo de peso.

El embarazo también puede verse como un momento en el que los antojos no se pueden juzgar con dureza.

Días «permitidos»

PH: Best of Me

«Esta cultura también parece identificar ciertos momentos y excusas donde no se ve tan mal que las mujeres coman cosas de las que se supone que deben mantenerse alejadas», dice Hormes. «El síndrome premenstrual y el embarazo son ocasiones reconocidas socialmente como los momentos en los que las mujeres pueden abandonarse a la tentación».

Interrumpir las reflexiones que conducen a un antojo urgente puede ayudar a detener la idea de un atracón de comida, dice Hormes.

Trucos para evitarlos

Una forma es utilizar las distracciones. Se han realizado estudios que utilizan distracciones visuales y también olores, y otra es recurrir a la atención plena y la meditación para reconocer el deseo y dejarlo pasar. Toma un par de cuadrados todos los días y sigue con tu vida es un método que puede ayudar a eliminar parte de su importancia totémica.

Cuando se trata de los antojos de embarazo, puede haber un factor cultural adicional: el embarazo es exigente y puede ser difícil superarlo sin ayuda. Un estudio entre mujeres rurales de Tanzania que tenían como antojo carne, pescado, granos, frutas y verduras señaló que proporcionar la comida deseada era un signo de apoyo social por parte del esposo y su familia. De hecho, el pollo frito a la una de la madrugada requiere que la persona que debe traerlo tenga un alto grado de compromiso. Y aunque estas comidas son intensamente placenteras por sí mismas, el hecho de que alguien que amas te las traiga tiene un valor más allá de lo calórico.

Por Veronique Greenwood, BBC News Mundo

Fuente: La Nación

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Sonajero para bebés de 3 meses: estimula la curiosidad de los más pequeños

Hay un momento precioso en el crecimiento de un bebé donde se empieza a despertar su curiosidad. A partir de las 12 semanas, es normal que los niños empiecen a interactuar con su entorno e interesarse por lo que les rodea. Son super graciosos y empiezan a ser un bichito curioso.

Todo lo señalan, todo lo quieren descubrir. Son seres recién llegados al mundo que necesitan tocar para experimentar. Como es obvio, hay que tener un poquito de cuidado con esto, hay que vigilarlos. Un sonajero para bebés de 3 meses puede ser una buena manera de estimular su curiosidad y mantenerlos entretenidos.

Por supuesto, la edad recomendada es un factor decisivo. Un sonajero para bebé de 3 meses, no debería tener mucho peso, para que lo puedan sostener con facilidad.

Los sonajeros mordedores son una compra perfecta para aliviar el dolor, en los niños a los que les empiezan a salir los dientes.

Cuando se trata de elegir, dicen que los colores vivos y llamativos son los que más van a despertar la curiosidad de los pequeños. Su tonalidad y el contraste con el resto de colores, les llama especialmente la atención.

Como en el color de la habitación de los bebés y en la decoración, el lenguaje cromático juega un papel fundamental.

Los materiales también son algo en lo que fijarse, a la hora de comprar un sonajero para bebé de 3 meses. Hay que huir siempre la presencia de algunos componentes químicos con los ftalatos y el BPA.

En los sonajeros para bebé de 3 meses de madera, el barniz también es otro componente a evitar.

Fuente: ABC España

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Estas son las reacciones que debes evitar cuando tu hijo tiene miedo

Sentir miedo en la infancia es algo inevitable. Una tormenta, la oscuridad o la soledad del dormitorio pueden despertar en los niños estrés, ansiedad y desconfianza. “Hay una serie de miedos evolutivos que casi todos van a experimentar en cierto grado. Es algo normal”, explica Abel Domínguez, psicólogo infantil y director de Domínguez Psicólogos. Buscar consuelo en los padres es una de las reacciones más frecuentes cuando se asustan. 

No obstante, la falta de conexión de los progenitores con los miedos infantiles suele interponerse en el reto de lograr que los pequeños desarrollen una respuesta saludable ante ellos. “Aunque hayamos tenido miedos completamente distintos o no los recordemos, debemos empatizar con ellos, porque los están viviendo de forma intensa y para ellos es lo más importante”, continúa el psicólogo. Por ello es importante evitar algunos comportamientos adultos, para que los pequeños recuperen la calma y aprendan a controlar poco a poco la situación.

PH: La Vanguardia

Gestionar emociones: ¿Cómo afecta la reacción de los padres?

La búsqueda de protección, el llanto, la parálisis o la huida son las respuestas más comunes ante el pánico infantil, y el lugar de refugio más recurrente son los padres. Por ello, su relación futura con esta emoción dependerá en gran medida de cómo sus progenitores les ayuden a actuar frente a ellos. “Los padres tienen un papel fundamental a la hora de moldear esas conductas para que no se conviertan en un problema mayor a largo plazo. Deben enseñarles a relacionarse de una forma saludable con su entorno y a gestionar mejor sus emociones”, manifiesta Paula Mella, psicóloga experta en terapia familiar de iFeel.

El papel de los adultos puede determinar que un niño se vuelva demasiado ansioso o que, en cambio, desarrolle las herramientas necesarias para hacer frente a sus temores y evitar conductas no deseadas en el futuro. Ya que, bien gestionado, el miedo sirve para aprender a reaccionar de forma adecuada ante nuevos estímulos y desenvolverse en determinadas situaciones.

“Si un niño tiene miedo a la oscuridad y acude a la cama de los padres para dormir con ellos y dejar de sentirlo, será muy complicado que pueda dormir solo a largo plazo si se repite este patrón”, continúa Mella. Estas son algunas de las reacciones más perjudiciales para la gestión del miedo y su vivencia en los niños:

1. Burlarse de sus miedos

La burla ante el miedo de un niño tiene graves consecuencias en su desarrollo. “Puede dañar su autoestima, dado que estamos invalidando una reacción innata y natural. Si le comento a mi hijo ‘ten cuidado que si una cucaracha te pica te puedes volver azul’, tenderá a dudar de sus instintos y presentimientos”, comparte Mella. 

PH: La Vanguardia

De la misma opinión es Domínguez que subraya la torpeza que supone burlarse de un niño que llora porque está aterrorizado. “A través de este comportamiento, los padres no dan espacio a que la emoción normal se genere”, añade. Las consecuencias de esta manera de actuar pueden derivar en que el niño intente reprimir el miedo o se avergüence de sentirlo. “De alguna forma estamos empujándolo a tener accidentes con más probabilidad, ya que en este tipo de situaciones el miedo nos mantiene a salvo”, continúa.

No obstante, en edades más avanzadas y con miedos construidos (monstruos, el coco, oscuridad…) puede ser útil una nota de ironía. “¿Hay un monstruo en tu armario? Recuerda pedirle que no se ponga tu camiseta preferida que te la puede dar de sí”, propone Mella.

2. Exagerar ante una situación

Montar una escena porque una araña ha aparecido en el salón o un ratón se mueve entre los arbustos del jardín puede ser un refuerzo en el miedo del niño. “Cuando observan una respuesta desmedida, ellos interiorizan que ese tipo de estímulos requiere una huida o un escándalo”, indica Domínguez. 

PH: La Vanguardia

Evitar reacciones exageradas es fundamental para que los niños sepan actuar de acuerdo a las circunstancias, así como tener información sobre las mismas. “Ante cualquier miedo, el primer paso es explicar por qué se debe o no temer eso: “La cucaracha es un insecto, te puede dar asco o asustar, pero es inofensivo y no te hará daño”, comparte Mella.

3. Bloquear la emoción

Otra de las reacciones poco deseables cuando un niño se asusta es intentar ignorar sus sensaciones. “Cuando los padres no manejamos bien algunas emociones hacemos como si no existieran en los demás. Sin darnos cuenta estamos retirando la atención de la misma, enseñando que no es normal tener ese sentimiento. De nuevo, trasladando una vivencia insana de esta emoción básica”, sugiere Domínguez.

PH: La Vanguardia

4. Obligarles a afrontarlo

La máxima de que para superar un miedo es necesario enfrentarse a él hay que tomarla con sumo cuidado cuando quien lo padece es un niño. “No hay que obligar a los pequeños a enfrentarse a miedos si no están preparados. Tenemos que empatizar con ellos desde una mente infantil”, recomienda Domínguez, que invita siempre acudir a un especialista para llevar este método de superación. “Si la exposición es brusca se activaría completamente el miedo y sentirían menos ganas de afrontarlo”, añade.Lee también

Mella lo pone en práctica con el siguiente ejemplo: “Si mi hijo tiene miedo a la oscuridad y lo encierro en un cuarto a oscuras puede ser altamente perjudicial, ya que le estaríamos dando la razón a ese miedo: “Debes de tener miedo a la oscuridad dado que te puedes quedar encerrado solo y sin saber lo que te puede pasar”.

PH: La Vanguardia

Pautas: Buenas prácticas ante el miedo infantil

Una de las formas más saludables de afrontar los temores es normalizarlos. “El miedo no es más que una respuesta natural de alerta y de activación ante un posible peligro”, comenta Mella. Desde esta perspectiva, los niños pueden aprender a gestionar esta emoción. Asimismo, los padres deben mantener un estado de calma que les reporte tranquilidad. 

“A través de mensajes verbales, con caricias y con el propio lenguaje no verbal, podemos hacerles sentir seguros hasta que sean capaces de hacerlo por ellos mismos. Progresivamente interiorizarán todos estos códigos y los aplicarán ellos mismos”, concluye Domínguez.

Fuente: La Vanguardia

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Diez claves eficaces para evitar el estrés infantil en época de pandemia

Décadas de investigación nos han enseñado que la adversidad durante la niñez tiene efectos dañinos en la salud y el desarrollo. “Muchos estudios han demostrado que los niños que han enfrentado abuso, negligencia y conflictos familiares luchan por formar amistades, tienen dificultades académicas y enfrentan problemas de salud física y mental en la adolescencia y la edad adulta”, explica Amanda Sheffield Morris, profesora de Desarrollo Humano y Ciencias de la Familia de la Universidad Estatal de Oklahoma, en un reciente documento que analiza estrategias posibles para combatir las preocupaciones de los niños en este tiempo.

PH: Infobae

Afortunadamente, los científicos del desarrollo han identificado formas de ayudar a los niños a sobrevivir y prosperar en tiempos de difíciles. Los efectos beneficiosos de las experiencias de protección y crianza son poderosos antídotos contra el estrés y la adversidad y preparan a los niños para afrontar los tiempos difíciles en los años venideros.

Las familias preocupadas por los posibles efectos a largo plazo de la interrupción relacionada con la pandemia pueden aprender de estas estrategias probadas. Aquí hay 10 formas en que los padres pueden fomentar la resiliencia de los niños durante tiempos difíciles.

1- No perder contacto

Tomarse tiempo para hablar, escuchar y jugar sin distracciones. Asegurarse de que los niños sepan que son amados. Esto puede incluir tomar descansos para controlar durante el día cuando aprenden y trabajan en casa, tener una rutina especial para la hora de dormir que incluya hablar sobre la jornada, caminar juntos o jugar a sus juegos favoritosHacer el esfuerzo de conectarse ayuda a los niños a saber que son valorados y crea una sensación de seguridad.

PH: Infobae

2- Fomentar las amistades

Pensar en formas en las que los niños pueden jugar juntos al aire libre, hacer contacto digital o jugar un videojuego virtualmente con amigos. “Algunas familias están creando zonas seguras o burbujas, donde les permiten a los niños elegir a uno o dos amigos cercanos cuya familia está practicando las precauciones recomendadas contra el coronavirus con el que pueden interactuar más de cerca”, explica la especialista. Mantener amistades brinda a los niños la oportunidad de aprender de sus compañeros y reduce el estrés, brindando apoyo y aceptación.

3- Ayudar a otros

Hablar sobre cómo otros también están lidiando con problemas. Animarlos a que donen juguetes que no usen, que ahorren dinero para una causa especial o ayuden a un vecino con diligencias cómo ir de compras o pasear perros. Cuando los adultos hacen cosas por otros en la comunidad, incluir a sus hijos y hablar sobre por qué se hace. Esto ayuda a los más pequeños a aprender sobre las necesidades de los demás y a cultivar la empatía.

4- Participar en clubes o grupos

Algunos que funcionan bien durante una pandemia incluyen scouting al aire libre, clubes Zoom y otros grupos de interés especial, como deportes al aire libre, pesca, senderismo o ciclismo. Ser parte de un grupo ayuda a los niños a crear un sentido de pertenencia y promueve el desarrollo de la identidad. También puede ayudar a desarrollar la moral y los valores e incluso promover el éxito académico.

PH: Infobae

5- Mantener el contacto con adultos importantes

Los niños se benefician de las relaciones con otros adultos, como abuelos y maestros. Pueden ser otra fuente de apoyo y alguien con quien hablar sobre problemas o éxitos. Son particularmente importantes cuando los padres no están disponibles debido al trabajo u otras obligaciones. Ayudar a los niños a mantenerse conectados a través de Zoom, correo electrónico, llamadas telefónicas, videollamadas y actividades especiales como eventos al aire libre.

6- Mantenerse al día con sus pasatiempos

El aburrimiento es el peor enemigo de los padres. Tener un pasatiempo agradable es gratificante para los niños proporciona un tiempo de ocio atractivo y oportunidades para dominar algo. Estas actividades proporcionan conexiones con otros, pueden enseñar disciplina y cómo manejar las emociones y el comportamiento, y promover la autoestima. Explorar proyectos de arte, música, ciencias, escritura, ajedrez y otros pasatiempos que desarrollan habilidades físicas, artísticas e intelectuales mientras brindan horas de diversión.

PH: Infobae

7- Ser físicamente activos

Hacer del ejercicio una parte de las rutinas familiares. Salir a caminar o a andar en bicicleta, jugar videojuegos activos, ir al parque, estirarse o practicar yoga juntos. El ejercicio tiene muchos de los mismos beneficios que los pasatiempos. También ayuda a los niños a manejar los efectos en el cuerpo del estrés y mejora el estado de ánimo y la salud mental.

8- Crear rutinas

Las rutinas son una poderosa señal no verbal para el cerebro de los niños de que están seguros y que la vida es predecible. Mantener una rutina puede reducir la cantidad de conflictos y los niños saben qué hacer y esperar durante diferentes momentos del día. Crear y mostrar (juntos, idealmente) calendarios diarios o semanales con palabras o imágenes que recuerdan a los niños cuándo se realizan actividades de aprendizaje, juego, descanso, sueño y alimentación. Inventar pequeños rituales que impliquen el logro de metas, especialmente a la hora de acostarse: leer, contar historias, cantar una canción especial, decir una oración o hacer una lista de seres queridos. Tales actividades aseguran un mejor sueño que dejar a los niños que se queden dormidos viendo un video. Pueden retroceder en sus comportamientos si se han acostumbrado a tener menos estructura durante el día.

PH: Infobae

9- Mantener expectativas realistas de aprendizaje

Si bien el trabajo escolar es realmente importante, no todo el aprendizaje se lleva a cabo en clase. Involucrar a los niños en oportunidades para aprender durante las tareas cotidianas como cocinar (medir, medir el tiempo), hacer jardinería, ir de compras (calcular los precios de venta, agregar) y juegos (cartas, dominó, juegos de mesa) que fortalecen la memoria y las habilidades de pensamiento. Leer juntos todos los días. Dependiendo del nivel del libro, se le puede leer o turnarse por páginas.

10- Conservar un hogar sano y seguro

Además de mantener las precauciones de COVID-19, preparar comidas nutritivas, despejar y organizar juguetes, juegos, suministros para pasatiempos y materiales de aprendizaje. Encontrar formas de involucrar a los niños en la limpieza o la cocina después de las actividades y la participación en conversaciones sobre las reglas familiares. El caos y el desorden son enemigos de la calma. Crear espacios seguros y ordenados ayuda a los niños a manejar el estrés. Comer alimentos saludables juntos beneficia la salud física y mental.

Fuente: Infobae

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¿Cuándo empieza tu bebé a reconocerte al verte?

Muchos padres se preguntan, al ver a su bebé con los ojos abiertos, si ya son capaces de ver al nacer. La respuesta ya os la hemos dado alguna vez: claro que ven, lo que pasa es que no ven demasiado bien y por eso se guían sobre todo por el oído y el olfato.

Ahora bien, el hecho de que vean no quiere decir que sean capaces de reconocer lo que ven, así que muchos padres se preguntan: ¿Cuándo empieza un bebé a reconocerte al verte?

PH: Bebés y Más

Ven desde que nacen

Hace unos meses os mostramos un experimento mediante el cual os contamos que la mejor distancia para dirigirte a un recién nacido está entre los 20,3 y los 30,5 cm.

Esa distancia es la que queda entre el rostro de una madre y su bebé cuando le está dando el pecho, o la distancia que hay entre la cara de papá y sus ojos cuando le acuna en brazos. Algo así como si su vista estuviera diseñada de manera que en brazos es cuando desarrolla mejor su función y, por lo tanto, fuera ese el lugar donde tienen que pasar más tiempo.

Ya desde que nacen son capaces de reconocer las caras, es decir, se ha visto que si le pones a un bebé una cara normal a un lado y al otro una cara tipo «Picasso», con las facciones descolocadas, prefiere la primera. Lo que no son capaces al nacer es de discriminar la pertenencia de un rostro: no saben, por la vista, a quién están mirando (sí por el olor, el sabor, la voz, etc.).

En el segundo mes

A partir del segundo mes de vida del bebé, que no es cuando cumple dos meses, sino a partir de que cumple un mes (es cuando empieza a vivir su segundo mes de vida) el bebé es ya capaz de reconocer a las personas al verlas. Sigue sin ver bien, pero ya es capaz de enfocar un poco mejor y ya es capaz de saber, por la cara, que quien tiene delante es mamá, es papá o alguien que no conoce.

PH: Bebés y Más

Además, a partir del mes de vida puede distinguir colores como el blanco, el negro, el rojo y el verde, y empieza a sonreír, no mientras duerme, sino con intención: es la llamada sonrisa social, con la que intenta ser lo más adorable posible, lo más simpático, con el fin de que sus cuidadores le quieran y tengan el deseo de cuidarle. Obviamente no lo hace de manera premeditada, el bebé no piensa «voy a sonreír para caerles bien», sino que es un suceso que viene ya predestinado a suceder en cuanto maduran un poquito.

De hecho, es tal la manera en que saben ya reconocer algunos rostros que empiezan a ser capaces incluso de imitar. No lo harán siempre, pero puede sorprender y llenar de orgullo a sus padres y abuelos el ver que les sonríes y sonríen, o que les sacas la lengua y acaban por sacar la lengua.

Fuente: Bebés y Más

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Cómo ayudar a tu hijo a superar la muerte de una mascota

Cuando un animal amado parte de este plano deja un gran vacío, porque su paso es tan corto, como inmenso suele ser su legado. Un gato o un perro suele ocupar el lugar de “hermano peludo” de los niños, brindándoles la posibilidad de desarrollar herramientas emocionales como la empatía, el cuidado del otro, etc.

PH: La Vanguardia

A muchos niños se les niega la posibilidad de aceptar a la muerte como algo natural cuando se les dice que el animal que murió “se fue a dar una vuelta”, por ejemplo. Los chicos suelen comprender el ciclo vital mejor que muchos adultos y se trata de manejar el tema con sensibilidad y realismo ya que el duelo por la muerte de un animal amado puede, inclusive, ser más doloroso que aquel de un familiar.

La psicóloga Valeria Schwalb, experta en temas de duelos y resiliencia, sostiene que comprometerse en el amor es también arriesgarse a que en algún momento haya que hacer el duelo y extrañar.

“Cuando llega un animal a casa es vital la charla en familia. Si bien cuando uno trae un hijo al mundo no charla acerca de cuánto tiempo lo tendrá a su lado porque no consideramos que nadie puede llegar a fallecer, con un animalito la maniobra es otra. Es bueno pensar juntos en familia que hay que disfrutar la parte bonita –los juegos, los mimos, el paseo– pero todo ser vivo puede llegar a enfermarse, le pueden pasar cosas, que tenga su carácter y haya que adaptarse a su forma de ser y, que en algún momento podemos no tenerlo más”, asegura Schwalb.

Básicamente, se trata de concientizar a los chicos de que en algún momento ese amado peludo partirá. Que convivir con un ser vivo y sintiente es bien diferente de tener un peluche.

PH: La Vanguardia

Cómo encarar la muerte de un animal con los chicos

Los niños tienen la capacidad de comprender, de sentir y de procesar sin contaminación. La clave es hablar con delicadeza, claridad y sin metáforas. Aunque la sociedad occidental tienda a negar el final de la existencia, se trata de comenzar a naturalizar con los niños el ciclo vital. Quizás la muerte del “hermano peludo” sea la primera muerte impactante que vivan.

Schwalb insiste en la necesidad de usar la palabra “muerte” con toda la dulzura y acomodado a la edad del niño con el que estamos hablando. Para los chicos es un indicador de que la escucharán durante la vida aquellas veces en la que no podrán volver al ser amado –sostiene -, y tendrán que aprender a amarlo desde otro lugar: colocarlo en el corazón, en los recuerdos, pero no ya desde un contacto físico.

Utilizar otra palabra como “el arco iris”, “se convirtió en estrella”, “se fue de paseo”, o “está en otro lugar” no termina de explicar la circunstancia por la que no volveremos a ver a quien amamos. “Se murió” debe ser explicado a los chicos, porque hay cierta edad en que no comprenden: cuando son muy pequeñitos tenemos que agregar a eso qué es lo que pasó.

“Siempre hay una razón por la que el ser amado muere: o porque estaba muy viejito, o porque tuvo una enfermedad muy rara, porque se hizo todo lo posible por curarlo y no se pudo, porque tuvo un accidente y tuvo un golpe muy fuerte. Sin dar tantas vueltas”, sostiene Schwalb.

PH: Huffington Post

Estos son los pasos a seguir con los niños cuando muere el ser amado (persona o animal):

  • Explicar que el ser amado murió.
  • Ofrecer una explicación con amor y sencillez.
  • Contar que eso no es lo habitual.
  • Ofrecer contención y asegurar al niño que estará bien.
  • Asegurarle al niño que ha de quedarse con lo positivo en el corazón: el ser amado puede morir, pero jamás mueren el amor, los recuerdos y las cosas bellas.
  • Dejar bien en claro que el amor es eterno.

Un niño puede manifestarse de distintas maneras ante una pérdida. Algunas de estas formas de expresarse son:

  • Juegos violentos
  • Enojos
  • Temor a perder a los seres queridos
  • Tristeza acompañada de falta de motivación
  • Miedo a estar solo Regreso a etapas previas de su desarrollo
  • Alteraciones en el sueño

Es clave estar muy cerca física y emocionalmente del niño que sufre la pérdida, ayudarlo a que exprese su sentir y, en el caso de que estas manifestaciones se mantengan durante un tiempo demasiado prolongado –o en el caso de que no se sepa cómo actuar con el niño frente a la pérdida–, consultar a un terapeuta.

En el caso de los adolescentes, también es fundamental mantener la cercanía emocional y, dentro de lo posible, mantener las rutinas en el hogar.

Fuente: Clarín Familia

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Los libros, la mejor compañía en la infancia

En la era de las series a la carta, los videojuegos, y las redes sociales, la lectura sigue siendo la fuente de felicidad de muchas personas, que no conciben irse a dormir sin haber dedicado al menos unos minutos a disfrutar de sus autores preferidos. Para muchos la lectura es un hobby para toda la vida, una afición que desarrolla la mente y permite transportarse a otros lugares u otras épocas sin moverse de casa.

PH: La Vanguardia

Muchos padres optan por inculcar a sus hijos el gusto por la lectura desde pequeños y, a su vez, los colegios apuestan por actividades que promueven esta afición, ya que los libros son las mejores herramientas para desarrollar habilidades esenciales para la vida, como aprender a identificar las emociones propias y ajenas.

Son muchos los niños que se sumergen en grandes aventuras a través de historias mágicas, tramas cautivadoras o personajes fascinantes, que acaban convirtiéndose en uno más de la familia. Pero leer no solo es diversión y magia, también aporta una serie de beneficios que se extienden mucho más allá.

«La lectura aumenta y estimula el desarrollo de capacidades de nuestra inteligencia ejecutiva, básica para tener éxito en el aprendizaje y en la vida. Implica poner en acción habilidades para marcarnos objetivos realistas, y planificar, supervisar y autorregularnos para conseguirlos. Los buenos lectores tienen mayor capacidad de concentración, de memoria, de comprensión. Cuando los niños comparten lo que están leyendo con otras personas están estimulando su capacidad de ordenar ideas, la capacidad de síntesis o de abstracción, el razonamiento y comprensión de causalidades, entre otros muchos procesos», señala Ana Herrero, psicóloga y coordinadora del departamento de Orientación del grupo Brains International Schools.

Si bien es cierto que la lectura solo aporta beneficios a nuestros hijos, también hay que tener en cuenta qué tipo de libros serán los adecuados para cada edad. A partir de que los niños y niñas pueden empezar a leer, tenemos que poner a su disposición o facilitar libros adaptados tanto a su capacidad lectora como a sus intereses.

PH: Guille-Alles Public Library

Recomendaciones literarias por etapas

Infantil: para los primeros lectores lo más importante será que haya muchas ilustraciones y dibujos que les guíen en la comprensión de la historia, poco texto y letra grande, y les encantará si los protagonistas son niños como ellos.

Primaria: conforme van mejorando su competencia lectora, los niños y niñas se «engancharán» a la lectura si encontramos la clave de aquello que les motiva, les interesa y les produce curiosidad. Podrán ser comics con historias fantásticas, relatos de aventuras reales o de ciencia ficción, dinosaurios o naturaleza, o quizás solo les interese leer temas de fútbol o su deporte favorito. Cualquier tema que conecte con sus intereses puede abrirles la puerta a este maravilloso hábito de la lectura.

Secundaria: a partir de la pubertad y adolescencia, les suelen interesar las novelas con personajes de su edad que viven experiencias que les guían en esta nueva etapa de grandes cambios y descubrimientos, así como literatura fantástica y libros informativos sobre los problemas que les preocupan.

«Los libros son clave para el desarrollo de cada persona, porque nos ayudan a entender mejor el mundo y tener una mente abierta, además de aumentar nuestras competencias de comunicación y mejorar nuestra inteligencia emocional. Leer te hace más humano porque te permite entender diferentes ideas y sentimientos, vivir a través de los personajes distintas formas de afrontar la realidad, resolver problemas y superar adversidades», concluye Ana Herrero.

Fuente: ABC España

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