Los bebés recién nacidos necesitan recobrar la energía que le tomó salir del vientre y, durante su fase de maduración cerebral, dormirá la mayor parte del día y la noche. Y se despertará a comer cada 3 ó 4 horas.
Los expertos indican que, por lo general, cuando el bebé tiene entre 1 y 4 semanas de vida, debe dormir entre 15 horas y media y 16 horas y media; entre los 4 y 12 meses, entre 14 y 15 horas (10 a 12 horas en la noche y 4 o 5 en el día); de 1 a 3 años, entre 11 y 14 horas por día (10 a 12 horas en la noche y 2 a 3 en el día); y entre 3 y 6 años, 10 a 12 horas en la noche, sin siesta diurna, que sólo se hace hasta los primeros 4 meses.
La Sociedad Argentina de Pediatría aconseja que los bebés sanos duerman boca arriba, salvo que su pediatra indique lo contrario. La temperatura, el aire limpio y el tipo de superficie donde descansen, al igual que la alimentación son factores importantes para proteger al bebé durante las horas de sueño.
Ambiente libre de humo. Diversas investigaciones muestran que los bebés de padres o madres que fuman y aquellos cuya madre fumó durante el embarazo tienen mayor riesgo. Es importante no fumar y no permitir que ninguna persona fume en la casa, auto o lugar donde se encuentre el niño, mucho menos en su lugar de descanso.
Temperatura: la temperatura de la habitación debe ser agradable y confortable para un adulto abrigado livianamente. Es importante evitar el abrigo excesivo de los niños a la hora de dormir.
La cama: es aconsejable que los bebés duerman sobre superficies o colchones firmes o duros. Almohadas, almohadones, juguetes y otros elementos de superficie blanda no deben colocarse en la cuna. Para evitar que su cabeza pueda quedar cubierta por la ropa de cama, es importante tapar al niño hasta la altura de sus axilas, de tal manera que sus brazos queden por fuera de la sábana y/o frazada. Por último, también es útil colocar al bebé de forma tal que sus pies contacten con el borde de la cuna, para que no pueda deslizarse por debajo de la ropa de cama.
Alimentación: la lactancia materna es un factor protector de la salud del bebé y es fundamental alimentarlo con leche materna, lo que además influirá en un buen descanso.
En síntesis:
✓ No abrigar demasiado al bebé para dormir. Es importante mantener la cabeza descubierta.
✓ Que el ambiente donde esté sea cálido y libre de humo.
✓ Si se pone al bebé a dormir en una cama, nunca hay que dejarlo solo y hay que asegurarse que su superficie sea dura y no blanda.
✓ Poner al bebé a dormir boca arriba en una superficie plana y firme, como el colchón de una cuna, cubierto con una sábana ajustada. El colchón debe encajar ajustadamente en la cuna para que no haya espacios entre éste y el armazón de la cuna. El colchón debe mantener la firmeza incluso cuando se lo cubra con la sábana o el cobertor.