Retomar la actividad física después de una cesárea es una buena idea siempre y cuando la mamá tenga el alta del médico que determinará si está todo bien como para volver con ejercicios y el desgaste físico que ello implica. Esto suele suceder al mes de haber sido practicada la cesárea, es decir, cuando la herida ya cicatrizó.
Sin embargo, es importante aclarar que todo depende de cada mujer, ya que hay quienes deben esperar más de un mes para que desaparezcan las molestias y el tirón en el bajo vientre. Lo fundamental es tener el alta médica.
Luego de un parto, de acuerdo al sitio web PlanetaMamá es importante comenzar con ejercicios que ayuden a ajustar el abdomen y a recuperar la tonicidad perdida, favoreciendo la vuelta de la musculatura a su lugar original y la involución del útero, que ayuda a que los loquios, pérdidas normales luego del parto, disminuyan con más rapidez.
En el caso de una cesárea, sucede que en el postparto pueden costar cosas tan básicas como sentarse en la cama, ya que el movimiento para sentarse implica hacer fuerza con el abdomen y duele, por eso las mujeres deben incorporarse yendo hacia un costado y desde allí levantarse. Como hay una herida que está en proceso de cicatrización y como eso genera dolor y molestias físicas, se debe postergar el inicio de los movimientos hasta que la mamá deje de sentir dolor en la herida.
Lo que sí se puede hacer de inmediato y es importante, son los ejercicios para favorecer la contracción del piso pelviano, pues si bien el bebé no pasó por ahí, esa zona se vio fuertemente exigida para sostener los órganos internos, entre ellos el útero con el bebé.
Una vez que las molestias de la herida han desaparecido, pueden hacer una gimnasia que se adecúe a las circunstancias del puerperio y la lactancia. Teniendo en cuenta que con el bebé es más difícil organizarse para salir, se pueden indicar ejercicios para hacer en casa de a poco hasta que sea posible comenzar con una clase específica para esta etapa.