Chuparse el dedo: ¿por qué los niños tienen la costumbre de ponerse el dedo en la boca?

Chuparse el dedo es una costumbre, un acto reflejo también, que incorporan algunos chicos para entretenerse, dormirse o calmar ansiedades así como también algún deseo como el hambre, o una molestia, como la salida de los primeros dientitos. Por eso, si un niño se chupa el dedo, no hay que impedirlo ni interrumpirlo bruscamente. Es completamente natural y, hasta los cuatro años de edad, no hay de qué preocuparse.

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“El acto de chuparse el dedo es un reflejo normal del niño, asociado con la alimentación. Es una forma común de consolarse o calmarse cuando siente alguna molestia”, explica la Lic. Antolina María Gil , psicopedagoga clínica, en el site Materna. Y agrega: “además de la succión, existen otros equivalentes que representan lo mismo: jugar con el pelo, sujetar un juguete o una almohada al dormir o bien succionar una sábana, un trapito o algo similar que él o ella identifique como propios”. Justamente, el chupete existe para evitar la succión del dedo; aunque en la comunidad médica y científica no hay consenso sobre si es bueno o no usarlo.

“Es común que los chicos decidan por sí solos cuándo dejar el chupete, acción que identifican como un paso al mundo de los grandes”, indica Gil.
A medida que el niño crece, es común que identifique la acción de chuparse el dedo con una costumbre «de nene chiquito» y en general va disminuyendo su uso de a poco. Sin embargo algunos niños no abandonan esta costumbre y hay que ayudarlos a hacerlo. “Los padres pueden ayudar a sus hijos tomando el problema como si fuera de ambos y no sólo del chico” aconseja la especialista Gil.

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Consejos prácticos para combatir el hábito de chuparse el dedo recopilados por la web Materna:

*Hacer registros de cuántas horas pasa sin chuparse el dedo, para luego celebrarlo con él a través de un premio.
*No mencionar los retrocesos en la costumbre. Si se desalienta, hay que reiterarle la confianza en que pronto seguirá avanzando.
*Hacerle notar cuándo se chupa el dedo, sólo si existe un acuerdo previo y sin que ello se interprete como un reto. Es importante no hacerlo delante de otras personas, ya que puede interpretarlo como una ridiculización.
*También, de común acuerdo, se le puede untar el dedo con una sustancia amarga o colocarle un guante, para recordarle que no debe hacerlo, pero siempre como ayuda, nunca como castigo y luego de haber supervisado el tema con su pediatra.

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