¿Cómo hacer para que los niños coman verduras? Mezclar verduras con otros alimentos de su gusto, servirlo en platos pequeños o ser el mejor ejemplo, entre las claves del éxito.
Los especialistas, en una nota publicada en el diario ElPaís, nos dan consejos para que una dieta infantil sea más verde:
1. Predicar con el ejemplo: es fundamental que aquellas personas con las que el niño comparte los espacios y tiempos para comer, consuman habitualmente verduras. La compañía y el ambiente emocional son factores que pueden predisponer a su aceptación o rechazo. Es aconsejable que el niño, excepto cuando aún es un bebé, no coma antes o después de los adultos, sino con ellos. Y si un adulto muestra su esfuerzo o curiosidad por ingerir alimentos diferentes, facilitará que el niño adopte esa misma actitud.
2. Variar y decorar/adornar la comida: es importante no solo variar el menú sino tambipen que nos ocupemos de su presentación. El grado de atracción y apetencia de las verduras dependerá de cómo las cocinemos y las enseñamos.
3. Elegir los sabores dulce y ácido: los niños, en torno a los dos años, suelen mostrar sus gustos sobre la comida. Y del mismo modo que los adultos somos selectivos con aquellos platos que no nos gustan demasiado, los menores también tienen derecho a serlo. Sin embargo, unas verduras son más fáciles de incluir en un menú infantil. ¿Cuáles? Las zanahorias, el brócoli, las setas, el tomate y la calabaza. Esto se debe a que no aportan sabores amargos o extraños. Hay que buscar sabores con regusto conocido, y mejor que tire a dulce o a ácido, como el tomate.
4. El tamaño del plato importa: o variamos el volumen del alimento o jugamos con el tamaño del plato. Un niño no dispone de la misma capacidad que tiene un adulto para procesar grandes cantidades de comida y los niños suelen agobiarse y sentir rechazo si perciben exceso. Se aconseja elegir un plato pequeño, aunque tenga la misma cantidad que uno grande.
Si queremos inculcar a los niños buenos hábitos alimentarios, el refuerzo positivo como felicitarle por lo bien que ha comido siempre es un buen recurso.
5. No imponer, sino razonar: dependiendo de la edad del niño sería positivo facilitarle algunas explicaciones breves acerca de los beneficios e inconvenientes de comer verdura varias veces por semana. ¿Y de postre? Una felicitación: Si queremos inculcar a los niños buenos hábitos alimentarios, el refuerzo positivo como felicitarle por lo bien que ha comido siempre es un buen recurso.