Congestión nasal en bebés

La congestión nasal en bebés es más habitual de lo que imaginas. Puede ser que ni siquiera esté resfriado, sino que presente algo de tos y estornudos de vez en cuando. Esto le sucede porque al alimentarse succionando de tu pecho o del biberón se atora si tiene la nariz obstruida, no puede respirar bien por ella e instintivamente abre la boca para hacerlo.

La congestión nasal en los recién nacidos no siempre se debe, como quizá puedas pensar, a un exceso de mucosidad. Puede ocurrirles que sufran una inflamación de los tejidos que cubren la nariz a causa de virus, bacterias o alergias. Para ellos es un problema más molesto que para los adultos, ya que ellos aún no han aprendido a respirar por la boca. Por eso, se les dificulta la alimentación y se despiertan a mitad de sueño. Recuerda, siempre, ante cualquier duda consultar con tu pediatra. 

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Cómo evitar la congestión nasal

  • Debes saber que es recomendable alargar la lactancia materna en la medida de lo posible, ya que tu recién nacido se inmuniza con ella.
  • Es vital averiguar cuál es la causa de la congestión nasal de tu bebé, ya que el tratamiento será distinto si sufre un resfriado o si es debido a causas ambientales.
  • La habitación donde duerma tu hijo y donde pase la mayor parte del día debe estar bien ventilada y limpia de polvo. No deben fumar en presencia del niño.El ambiente no debe ser demasiado seco ni demasiado húmedo.
  • No uses ambientadores químicos ni productos de limpieza demasiado fuertes: podrían producirle una reacción alérgica. Ten en cuenta que un recién nacido es una personita muy delicada: aún no tiene la fortaleza de un niño de tres o cinco años.
  • El pelo de animal también le puede dar alergia: si convives con animales aléjalos durante unos días del niño para comprobar si con ello mejora.

Cómo puedes aliviar a tu bebé

Para aliviar las molestias que sufre, especialmente si su congestión se debe a un exceso de mucosidad, hay varios consejos que puedes seguir. El más conocido y fácil de poner en práctica es lavarle las fosas nasales con agua con sal o suero salino. Moja un trozo pequeño de gasa en agua salina e introdúceselo por la nariz una y otra vez hasta ir dejándosela limpia de mocos. La sal sirve para ayudar a reblandecer la mucosidad si es muy espesa. Con el mismo efecto puedes hacerle vahos de agua con un poco de aceite natural de eucalipto o romero.

También puedes añadir estas esencias en el baño, pero es importante que sean aceites naturales.Si esto no es suficiente, compra en la farmacia un aspirador nasal para bebés, es parecido a la pera de goma de nuestras abuelas.

Ármate de paciencia porque para él es muy desagradable, tendrás que hacerlo despacio y poniendo mucho cuidado. Lo mejor es que lo hagas antes de las tomas, para que pueda comer bien, o antes de dormir para que no se despierte con molestias.

Fuente: todobebe.com
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