En el pasado, la tarea de enseñarle los números y las letras a los chicos se asociaba con el trabajo de las maestras en clase. Luego, esta enseñanza comenzó a darse también en el jardín de infantes. En la actualidad, el uso de las computadoras o tablets los chicos demandan, de forma indirecta o directa, conocer el alfabeto y los números.
Los chicos autodidactas o los interesados por aprender siempre existieron, pero, en promedio, los chicos aprendían los números y las letras en el jardín. Actualmente, el mundo tecnologizado acelera este proceso: nuevos códigos para descifrar desde pequeños implica conocer todo un sistema de comunicación que antes no era tan necesario.
Es importante tener en cuenta que cada niño tiene sus tiempos y cuando él muestre interés por las letras o por los números hay que acompañarlo. Si el niño es activo, curioso e interesado por el mundo que le rodea y si además tiene unos papás que lo estimulan e incentivan, el proceso será más rápido. Por ejemplo, él verá que la escritura y la lectura es uno de las herramientas que más utilizan sus padres para interactuar y no querrá perderse “esa aventura”.
Ante necesidades o por “copiar lo que hacen los mayores” demostrarán que quieren saber y comenzarán a preguntar. El camino de la alfabetización es muy largo, el niño pasará por diferentes etapas e intereses y retrocesos; como en todo proceso.