Los primeros cuarenta días del bebé en casa es un periodo de grandes cambios para la familia o el matrimonio que incluyen una diversidad de situaciones, sensaciones, placeres y angustias, sobre todo para la madre y su hijo. Acá, trataremos una serie de dudas comunes, referidas al llanto, la alimentación, el cordón umbilical y los cólicos de los bebés.
Por un lado, hay que saber que los bebés lloran por muchas razones. Llorar es la única manera que el bebé recién nacido tiene para expresarse. ¿Llora porque tiene hambre? ¿Llora porque se siente mal? El llanto del bebé, sobre todo para padres primerizos, representa una de los grandes interrogantes y hasta temores que deben ser superados. Es su forma de comunicarse. Durante los primeros meses de vida será sinónimo de hambre, sueño, calor, frío, ruidos, cansancio, dolor, etc. Cada llanto responde a motivos diversos por lo que los papás son los encargados de interpretar el porqué de cada uno.
Para calmar el llanto del recién nacido se aconseja que la persona que intenta sosegarlo, preferentemente los padres, esté tranquilo. Luego se debe alzar, protegerlo con un contacto suave y retirarse a un lugar tranquilo. Por lo general, se calman con el contacto con la mamá y su «sedante» por excelencia es succionar (un chupete, los dedos, la mano o el pecho en sí).
Como el llanto siempre responde a alguna incomodidad, siempre es aconsejable calmarlo y diferenciar los motivos del llanto. A partir de los seis meses, el niño empieza a entender lo que pasa a su alrededor, a manejar su llanto de acuerdo a las circunstancias y es cuándo se debe empezar, de a poco, a poner algunos límites.
Respecto a la alimentación, una buena idea es ordenar los horarios de comida al bebé. Así, las madres sabrán si el llanto se debe a que tienen hambre porque ya es el momento de alimentarlos, o si le pasa algo más.
Otras de las dudas habituales se relacionan con el cordón umbilical. Se limpia cada vez que se cambia al bebé, con gasa estéril y alcohol, pasándola por todo el cordón incluida la base. Entre la semana y los diez días de vida se cae y al día siguiente ya se puede bañar al bebé.
¿Y los cólicos? Los cólicos son totalmente normales en los niños. Los bebés succionan, tragan aire y el intestino trabaja mucho para adaptarse al alimento. El periodo de mayor intensidad se extiende hasta el tercer o cuarto mes. Para calmarlos, son muy efectivos los ejercicios de flexión de las piernitas y los masajitos en la panza.
Lo fundamental es que los padres sepan que todas estas dudas y cuestiones son algo natural de los recién nacidos y que es necesario mantener la seguridad, serenidad y madurez para aprender el largo camino que representar el cuidar y educar de los niños. Con el paso de los días, la mamá y el bebé aprenden a comunicarse mejor y al segundo mes de vida, la situación es un poco más tranquila. ¡A disfrutar!