El juego está motivado por el placer. Es una parte instintiva del proceso de maduración del niño. Pero los especialistas en crianza aseguran que se ha recortado el tiempo y las oportunidades para hacerlo.
Más allá de los cambios, sociales y económicos y tecnológicos, es ideal buscar un cierto equilibrio y tratar de recuperar oportunidades para el juego en la vida del niño.
En su libro «The Power of Play: How Spontaneous, Imaginative Activities Lead to Happier and Healthier Children», el especialista en crianza David Elkind señala varias ideas para proporcionar al niño oportunidades de juego:
– Organizar encuentros con niños de su edad y facilitar que decidan el tipo de juegos en los que quieren participar. A los niños de la misma edad les gusta jugar juntos. Suelen tener el mismo nivel de destrezas y crean una relación de autoridad mutua.
En Puerto Crianza, pensamos un proyecto pedagógico que contempla todo esto de manera primordial, por lo cual se implementan actividades especialmente pensadas y probadas para cada edad y área que incluyen el juego-aprendizaje.
Además, consideramos que los primeros años de vida son fundamentales para establecer las bases de una personalidad segura, de una socialización exitosa y de una buena capacidad de adaptación. Son los años con la mayor potencialidad para desarrollar los intereses y talentos naturales de cada niño y, por consiguiente, años que deben ser aprovechados al máximo para acercarles oportunidades de aprendizaje.