Dejar el chupete: consejos y recomendaciones de los especialistas

El chupete suele ser el primer regalo que recibe un bebé y a partir de ahí, se convierte en un elemento de su cotidianeidad. Es decir, el uso del chupete suele ser un hábito cotidiano en los bebés y niños pequeños. Sin embargo, llega un punto en que deben dejarlo. Un momento no siempre fácil porque usarlo, la succión, les remite al acto de mamar. Y en el que los padres deben que ayudar para que el proceso de despedida de ese preciado objeto pueda ser dejado atrás.

0010081983

En la vida ciertos momentos y objetos, así como personas, cumplen su ciclo y hay que saber cuándo es prudente abandonarlo. Este es el caso del chupete, que muchas veces se sigue usando simplemente por costumbre o por no «desprender» al bebé de un elemento que estuvo siempre con él.

La edad promedio en la que un chico abandona por su propia voluntad el chupete es entre los dos y los cuatro años. Sin embargo, los especialistas coinciden en que es preferible que lo deje cerca de los dos.

Es recomendable que si para los 18 a 24 meses, es decir, entre el año y medio y los dos, no han dejado el chupete, poder ayudarlos a acotar los tiempos en lo que usa para que tengan su boca libre para comenzar a hablar.

Los pediatras recomiendan que que el niño deje el chupete antes de que deje los pañales. Nunca debería hacerse el doble proceso a la vez, no se recomienda que el niño abandone las dos cosas juntas.

Hay que tener en cuenta que dejar el chupete es un proceso que lleva tiempo: no tiene que desaparecer de un día para el otro.

Algunos consejos útiles para facilitar el proceso:

  • Reducí los ratos que usa el chupete hasta lograr que sólo lo use de noche para dormir.
  • Explicale, en forma de historia infantil, que ya es grande para usar chupete. Así no lo tomará como una pérdida, sino que será el fin natural de una etapa para pasar a otra.
  • Festejá cada logro en dirección a dejar el chupete, aunque sea mínimo, para que sienta que su esfuerzo está siendo valorado.
  • Si ya no usa más chupete, asegurarse de hacer tirar todos los chupetes de la casa, para que no haya posibilidades de que lo vuelva  a encontrar y a usarlo.

Un párrafo aparte merece el tema de los bebés que se chupan el dedo. Si un niño lo hace, es: porque busca calmar su ansiedad o está aburrido, porque lo ayuda a conciliar el sueño, porque lo tranquiliza en períodos de cambios, como el ingreso al jardín o porque lo reconforta. El hecho de que él sea quien elige cuándo succionarse el dedo, se convierte en inconveniente para abandonar los hábitos de succión no nutritiva, pues no permite una intervención directa de los padres. Por eso, muchos especialistas prefieren la utilización del chupete en los casos en donde el niño lo acepte.

Un punto muy importante: es importantísimo que los padres presten atención a la fuerza con la que el niño succiona, porque es la clave para saber si le producirá trastornos dentarios futuros o no. De comprobar que la succión es vigorosa y que el chico hace mucha fuerza, se recomienda empezar a eliminar el hábito de chuparse el dedo a partir de los dos años.

Por otra parte, hay que mencionar a la “mamadera de la noche” que muchas veces cumple una función similar al chupete o el dedo. Con frecuencia, un bebé que ya come sólidos se va a adormir a la cuna con una última mamadera, que no cumple una función nutritiva, sino que son fuente de bienestar para el bebé. Sin embargo, este hábito puede perjudicar la salud dental, ya que una lactancia incorrecta puede causar caries en los primeros dientes. Esto ocurre cuando el bebé está satisfecho pero continúa alimentándose de forma pasiva, porque el azúcar de los líquidos se adhiere más fácilmente y provoca problemas dentarios. Por eso, se recomienda darle la última mamadera de leche un rato antes de irse a dormir, como para lavarle los dientes y las encías antes de que se acueste.

chupete_1

Sea para el abandono del chupete, el dedo o la mamadera nocturna, los padres deben estar atentos a lo que el bebé siente y transmite. Es imprescindible no presionarlo o forzarlo. El proceso puede resumirse en 3 fases:

Fase de preparación: el objetivo es ir preparando al niño para dejar de usar el chupete.
Durante esta fase ayuda leer cuentos sobre el tema, ponerle ejemplos de otros niños que han dejado de usar el chupete porque son mayores. De este modo, estás reforzando su autoestima al destacar sus logros por ser mayor.

Fase de despedida: durante esta etapa se acompaña y se ayuda para decir adiós de manera definitiva al chupete. Puede ser dándoselo a los Reyes Magos o a Papá Noel, metiéndolo en un sobre y tirándolo en un buzón de correos o simplemente tirarlo directamente a la basura (porque ya no es necesario su uso).
En esta fase es importante que le digas lo orgullosa que te sientes de él, resaltes lo mayor que se está haciendo y lo mucho que se sabe cuidar porque ahora el chupete no dañará sus dientes.

Fase de consuelo: tras la despedida el niño suele sentirse victorioso y satisfecho porque mamá y papá están contentos con él y recibe mimos y felicitaciones por su logro de ser un poco más mayor. Pero luego pueden llegar algunas situaciones de inseguridad e incluso de angustia para el niño (y también para los padres). El chupete era su aliado y ahora le generará una ansiedad que debemos saber atender para que la despedida no le resulte demasiado angustiosa.

Esta entrada fue publicada en Consejos para padres, Crianza del niño y etiquetada , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.