Los dientitos del bebé comienzan su proceso de calcificación en el séptimo mes de gestación y su erupción se da a partir de los 3 meses, en los casos más precoces, o de los 6 ó 10 meses. La primera dentición, formada por unas 20 piezas, es reemplazada por la aparición de piezas permanentes alrededor de los 6 ó 7 años.
Durante la erupción, el niño puede babear mucho, estar irritable y que experimente una molestia en las encías. Las encías pueden hincharse y ponerse rojas, puede acompañarse de falta de apetito, diarrea, trastornos del sueño y en algunos la aparición de fiebre.
Para cuidar estos primeros dientes, es posible utilizar una compresa seca o embebida en solución fisiológica sobre la encía y los dientes en erupción para remover la placa bacteriana en el bebé. A partir de los 2 años es posible usar un cepillo dental y si el niño ya sabe escupir, se puede utilizar una pasta dental adecuada. De los 6 años en adelante, la maduración psicomotriz del niño permite que el mismo pueda cepillarse luego de las 3 comidas principales. La primera visita al odontólogo se recomienda que sea a partir de los 3 años.
De una buena salud de los dientes de leche depende la de los dientes definitivos. La infección de la dentición de leche puede provocar un daño irreversible sobre la dentición posterior. Es importante saber que las caries dentales pueden aparecer también en la dentición de leche y por lo tanto es necesario un cepillado y cuidado adecuado de los mismos. También es importante que el niño no se vaya a dormir con una mamadera de leche, jugo o líquidos azucarados o dulces para evitar la aparición de caries múltiples.
Los síntomas de la dentición se pueden resumir en: fiebre, irritabilidad inusual, falta de sueño y babeo más abundante. También el proceso de dentición está comenzando si observás que sus encías se encuentran hinchadas o inflamadas, o si al pasar un dedo por ellas notas un pequeño bulto (especialemente adelante del maxilar inferior).
Para aliviar las molestias del bebé en el proceso de la primera dentición se aconseja:
– Usar mordillos: de plástico blando que contengan agua, enfriados previamente en la heladera.
– Consumir alimentos fríos: líquidos o gelatina fríos.
– Hacer un masaje de encías: frotar suavemente sus encías con un dedo limpio o una cuchara pequeña y fría o gasa mojada para desinflamar la zona.
– Medicamentos recetados por el pediatra: quizás sea necesario el uso de algún analgésico-antiinflamatorio-antipirético, en las dosis y tiempos recomendados por el médico.
– Compañía y caricias: para el bebé que no comprende lo que le está ocurriendo, lo más importante es que sienta que su papá y mamá están allí a su lado, dándole cariño y ofreciéndose su amor y comprensión.