Ver el crecimiento de nuestros hijos es mágico. Si bien muchas veces no nos damos cuenta en el día a día, hay momentos o etapas donde se nota “que están más grandes”. Rememoramos con cariño cuando apenas tenía unos meses e intentamos disfrutar cada segundo de su desarrollo, haciendo todo lo mejor posible para que el niño esté sano y sea feliz.
A los 10 meses de vida, casi a punto de cumplir su primer añito, el bebé posiblemente ya gatee sosteniéndose sobre sus manos y sus rodillas. Hay que tener en cuenta que, contrario a lo que muchos piensan, el gateo no es un paso obligado para aprender a caminar.
En esta etapa de su crecimiento, los chicos comienzan a mostrar preferencias por determinadas personas y juguete y les encanta encontrar objetos escondidos. A su vez, durante este período comienza a aumentar su interés hacia el lenguaje, repite sonidos y gestos para llamar la atención.
Para jugar, es recomendable darle juguetes que se puedan apretar y que hagan sonidos, muñecas y titeres grandes. También, juguetes que se puedan apilar, de diferentes formas, colores y tamaños.
Respecto a la alimentación, hay que tener cuidado a las posibles alergias, sobre todo si en la familia hay antecedentes alérgicos. En este caso, hay ciertos alimentos que no convendría incluir antes de los 10 meses o el año. Por ejemplo: chocolate, huevo, pescado, dulce de leche y frutas como frutillas y kiwis. Ante cualquier duda sobre este tema, consultá con tu pediatra.