“Los chicos crecen rápido”, es una frase que suele escucharse de la boca de madres y abuelas que ven el desarrollo de los más pequeños de la familia muy veloz. Y, de alguna manera, esto es cierto. Los niños tienen un crecimiento y aprendizaje increíble durante los primeros años de su vida.
A los 2 años, los niños están en una edad en que comienzan a dejar los pañales. Es un momento en que despierta su percepción sobre los deseos de hacer pis o caca, aunque es muy variable y, por lo tanto, no conviene presionarlos. Hay que respetar cada etapa para no favorecer problemas como la constipación o la incontinencia urinaria.
Cuando su hijo camine y hable va a poder referir ganas de hacer pis o caca y, además va a haber madurado adecuadamente.
A los 24 meses, su desarrollo social y emocional se hace más fuerte. Aquí es cuando empieza a imitar el comportamiento de los adultos y de otros niños mayores. Es consciente, cada vez más, de su persona como individuo independiente de los demás y quiere ser un poco más independiente de sus padres. A su vez, le entusiasma y disfruta cada vez más de la compañía de otros niños.
En esta etapa, es recomendable estimular su crecimiento con libros de cuentos simples con imágenes grandes y divertidas, juguetes para empujar o arrastrar o para encastrar. Así como también son viables aquellos juguetes y juegos musicales, cajitas, instrumentos, etc.