Planear las vacaciones es uno de los momentos más felices del año. Y en el caso de las familias con un solo hijo se suma un desafío: qué hacer para que no se aburra y las disfrute.
“Es importante pensar en ir a lugares donde el chico pueda interactuar y encontrarse con otros niños. Muchas veces son pequeños que hablan como grandes. Son chicos a los quese les explica todo demasiado. Y en la infancia hay un punto donde el ‘no’ es porque ‘no’ y el ‘sí’ es porque ‘sí’”, opinó el psicoanalista y psicomotricista Esteban Levin en una nota en “entremujeres.com”.
También es importante no estar todo el día con él. Entre otras cosas, porque necesita relacionarse con nenes de su misma edad. “Lo peor que le puede pasar a un hijo único es estar siempre en el mundo de los adultos. Y esto se evidencia en la escuela, en la dificultad al vincularse con sus compañeros. Si un niño está pegado a los padres y sólo puede estar con ellos, ¿cuándo construye sus experiencias infantiles?”, se pregunta el especialista.
Por eso, Levin indica que es ideal si “los padres pudiesen recuperar su intimidad: ir al cine, a comer, a caminar por la playa sin necesidad de hacer todo con su hijo… “. Es fundamental poder dejarlo un rato con otros. Es un modo de demostrarle que él no es el único ni lo único que esos papás quieren. Y eso fortalece el vínculo”.
Una buena opción es vacacionar con parientes que tengan chicos de edades similares o, también, invitar a un amiguito del hijo a pasar las vacaciones con ellos, para que el niño tenga un par para jugar y entretenerse sin depender de los padres, con quienes también puede jugar, claro, pero desde otra complicidad y relación.