La música nos acompaña durante el desarrollo de nuestra vida. Al escuchar y al crear música contamos con otras formas de expresar sentimientos, pensamientos y de relacionarnos con los demás.
De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Noroeste de Illinois (en Estados Unidos), la enseñanza musical mejora el uso y el aprendizaje del lenguaje. Además, diferentes estudios han demostrado que el aprendizaje durante la infancia de disciplinas artísticas como la música mejora el entendimiento de la lengua, matemáticas y mejora el rendimiento escolar en general, así como también potencia otras áreas de desarrollo.
Estos estudios comprueban lo que ya se observa en el aula con los chicos. La música cobra, entonces, un lugar cada vez más importante para su crecimiento. Por eso, la estimulación musical favorece su desarrollo cognitivo y emocional.
Desde la concepción los seres humanos estamos expuestos a estímulos musicales. Consciente o inconscientemente, nuestras madres nos han involucrado en un ambiente de ritmos, ruidos y sonidos desde el exterior del vientre materno. Y cuando el nacimiento se produce, se comienza a recibir más estímulos de este tipo. En esta primera instancia, la música establece una forma de comunicación especial entre padres y sus hijos.
Cuando los niños comienzan el jardín maternal o el jardín de infantes, es el momento ideal para incorporarles una nueva arista de su relación con la música: crearla. Jugar con los sonidos, cantar, tocar instrumentos, cantar, son herramientas para expresarse creativamente.
En Puerto Crianza brindamos un taller musical denominado Music Time, que incluye el abordaje a la misma mediante el acercamiento a la guitarra, con talleres especiales para los niños de 2 y 3 años.