Los aportes de Anna Freud en el campo de la psicología infantil y el desarrollo temprano

El legado de Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis, es más que conocido y valorado. Y aunque no es muy conocido, también fue muy importante el trabajo de su hija Anna (la única de los 6 hijos de Freud que siguió sus) en el campo del psicoanálisis infantil.

Al momento de su muerte en 1982, el trabajo de Anna Freud había revolucionado la forma en que tratamos a los niños en muchos aspectos de la vida: como en los hospitales, con más horas de visitas cuando los niñas están bajo tratamiento, y el sistema judicial, donde ahora se utilizan pantallas y videos cada vez que un niño tiene que dar su testimonio.

Anna creía que para entender el comportamiento normal se necesitaba observar cada uno de los movimientos de los niños más pequeños. Ella estaba influenciada por las ideas de desarrollo infantil de la pionera Maria Montessori. Y decidió abrir una guardería porque creía que existía la necesidad de un ambiente seguro para los niños, cuyas madres estaban muy ocupadas con los esfuerzos de la guerra.

El personal de su guardería en Londres (ella y su familia vivían en Viena pero tras el exilio en 1938 durante el nazismo se instalaron en Inglaterra), que abrió en 1941, debía escribir las observaciones de los niños para intentar construir una teoría del desarrollo normal. También fueron entrenados para pensar analíticamente sobre lo que pudiera haber detrás del comportamiento.

anna

Inge Pretorius, psicoterapeuta infantil y de adolescentes a cargo de los servicios para los padres y menores de tres años del centro, explica que fue durante esos años de guerra que Ann Freud «se dio cuenta de la importancia de las relaciones tempranas para el desarrollo y la intervención temprana para prevenir futuras dificultades en el desarrollo del niño».

Según le contó a la BCC el doctor Nick Midgley, un psicoterapeuta infantil del centro, a los niños se les observaba cómo lidiaban con los problemas a través de sus juegos, como el caso de un niño llamado Bertie, cuyo padre murió durante un bombardeo: «Él construía pequeñas casas de papel para después tirarles piedras, pero cada vez que jugaba a esto, en el último momento todos se salvaban. Y se dieron cuenta que no fue hasta que pudo hablar con alguien sobre la muerte de su padre que este juego cambió».

Ahora, con el paso del tiempo las cosas han cambiado y se utiliza tecnología y un abordaje más interdisciplinario pero su legado sigue intacto.

¿Conocías los aportes de Anna Freud en el campo de la psicología infantil y el desarrollo temprano?

Esta entrada fue publicada en Consejos para padres, Crianza del niño y etiquetada , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.