¿Sabías que el bebé puede visualizar tu cara a 20 ó 25 centímetros de distancia? Los bebés recién nacidos no distinguen las facciones de las personas, pero tienen una posición especial para conocer e identificar tu rostro, sobre todo su contorno. Por eso, Unifec indica que, ayudados por otros sentidos como el olfato y el oído, lo que primero identifica el niño como objeto visual es la cara de su mamá.
Desde antes de nacer los bebés escuchan. Una vez nacido, oyen los ruidos y estos ruidos repercuten en pel. Son capaces de diferenciar tipos de sonidos, de familiares o extraños, tonos (agudos o graves), así como también las direcciones de donde provienen. Por eso, Unicef recomienda evitar los lugares ruidosos, en especial con sonidos muy agudos, ya que les generan molestias. Ante un ruido intenso, a veces se estremecerá si está dormido y otras, en cambio, puede despertarse y empezar a llorar.
Si le hablás al bebé, vas a notar que primero gira los ojos en dirección de tu voz y, luego, girará su cuello. En ocasiones hasta intenta sacar la lengua o abrir la boca.
Algo a tener en cuenta: el bebé prefiere la voz de la mamá y del papá antes que cualquier otra, ya desde que está en la panza. Y no es casual: son las personas que más conoce.
En cuanto al olfato, es intenso y siente el olor de su mamá y lo vincula con el olor de la leche.
En lo que se refiere al gusto, los bebés prefieren los sabores dulces como el de la leche materna y, mientras son amamantados, parecen dormidos, pero si su mamá intenta cortar el amamantamiento, seguirá succionando.
Finalmente, si hablamos del último sentido, el tacto, es importante mencionar que los bebés saben distinguir sonidos, como los latidos del corazón de su mamá, que lo acompañaron durante 9 meses. Por eso se tranquiliza cuando ella lo coloca cerca del pecho. Es muy importante para ellos el contacto con su mamá, que le transmite protección y amor.