La Inteligencia Emocional se desarrolla con el crecimiento de la persona, cuando la rodea un entorno de comunicación afectiva que va constituyendo la trama de sostén vincular con quienes rodean al niño y son sus referentes.
Si fijamos escenas de su vida, en diferentes momentos y con las distintas personas que en cada etapa forman parte de la misma, a lo que agregamos la descripción escrita del momento de placer transcurrido, esto conforma la Historia Personal de nuestro niño.
Los libros que incluyen fotografías del niño con su entorno familiar, son un importante apoyo a esta función ya que permiten registrar y fijar esos momentos con una breve mención de la circunstancia. Por eso en Puerto Crianza lanzamos una edición especial para que los niños puedan potenciar su inteligencia emocional: “Yo y…”.
La lectura de estos libros, en brazos de un ser querido pasa a transformarse en un espacio de encuentro que guía a la observación de la escena y la escucha del texto, cuando ya el bebé va creciendo, él los tomará en sus manos y «leerá» esas escenas que le resultan queridas porque lo muestran en otra etapa de su propia vida y porque ya lo «sabe» de haberlo escuchado reiteradamente en distintas oportunidades.
Disponer de dichos ejemplares en la estantería de la habitación, bien a su alcance, le permitirá pedir que se lo lean hasta, disfrutar mostrando como lee él solo, porque ya conoce las imágenes, porque recuerda naturalmente el texto y porque le place evocar el o los momentos en que le fueron leídos por mamá, papá, abuelos, etc.
Este tipo de libros pueden ser utilizados a lo largo de los primeros años de vida como los entrañables libros armados por quienes aman al niño, usado por mayores y pequeños a quienes pertenecen por la afectividad que ahí se refleja y que se traslada directamente al estímulo de la Inteligencia Emocional de la persona en crecimiento.
Son los libros de «su vida». Hoy, siendo bebé, genera momentos de encuentro para que se los lean: adulto con el bebé en su regazo, adulto junto al bebé en su cuna, adulto junto al bebé en el piso. Mañana, siendo niño los tomará y los repasará “leyéndolos” él solo, mostrando al adulto las escenas que lo hicieron feliz «cuando era chico». Avanzado el tiempo serán el más caro recuerdo de una infancia rodeada de amor.
Una colección creada desde la vocación de amor por la infancia y el conocimiento de su evolución, aportando un instrumento que puede estar en todos los hogares.
Extraído de “La Inteligencia emocional”, escrito por Celia María Pereira Rosa, asesora pedagógica de Puerto Crianza, para Planetamama.com.ar