La audición es un aspecto fundamental para el desarrollo del habla y el lenguaje durante los primeros años de un niño. Por esta razón, controlar y detectar posibles problemas de audición son importantes para su calidad de vida.
La disminución de la capacidad auditiva en los más pequeños puede deberse a malformaciones congénitas en sus oídos, a causa de infecciones en los oídos no tratadas adecuadamente o también a exposiciones de sonidos demasiados fuertes o a una exposición breve a sonidos de impacto repentino, etc.
A veces, resulta difícil detectar el problema ya que los niños con estos problemas aprenden a compensar su falta de audición con otros tipos de señales informativas, como los cambios de luz al abrir o cerrar una puerta, las vibraciones del suelo y los movimientos del aire.
A su vez, la pérdida de audición puede pasar inadvertida en los primeros meses de vida ya que es asintomática en una fase inicial, sobre todo en las instancias previas al lenguaje, y puede tener secuelas graves si se diagnostica tarde.
Ciertos tipos de pérdidas auditivas se pueden tratar con medicina o con operación, mientras que el resto se puede compensar con el uso de audífonos. Si un niño tiene un problema de audición, usar un audífono en forma temprana puede ayudarlo a desarrollar una habilidad del habla y del lenguaje similar a la de los niños con una audición normal, evitando de este modo los trastornos que un problema auditivo produce.
Acá, algunos casos para tener en cuenta y consultar a un especialista:
• No responde a su nombre a la edad de aproximadamente 6 meses.
• Se toca o tira de uno o de los dos oídos con frecuencia. Si esto es así, esto puede indicar presión o una infección en el oído.
• No puede localizar las fuentes de sonidos, por ejemplo, girando la cabeza hacia la persona que habla.
• No se sobresalta por sonidos fuertes.
• Se sienta más cerca del televisor para poder escuchar o no responde cuando se lo llama.
• Los balbuceos no pasan a ser sonidos del habla reconocibles y no emite palabras durante el segundo año de vida.
• Malentiende con frecuencia las instrucciones orales.