Comenzar el jardín maternal es el primer gran paso para la socialización de los chicos fuera del entorno familiar. Por eso, siempre requiere que los niños realicen un período de adaptación para que puedan integrarse de forma más fácil y no tan «abrupta» a la nueva rutina. Aquí, algunas preguntas y respuestas sobre el período de adaptación en el jardín maternal:
¿Qué es el período de adaptación en el Jardín Maternal?
El período de adaptación es el proceso por el cual lo desconocido se transforma en conocido. Por lo general, se avanza en forma paulatina. Por ejemplo, el niño se queda una hora el primer día, un poco más de tiempo el segundo día y así hasta permanecer en la sala con sus compañeritos (y ya sin la compañía de mamá o papá) el horario completo.
¿Quiénes pueden acompañar a los niños en este período tan especial?
Los especialistas indican que conviene que los primeros días los niños sean acompañados al jardín maternal por los papás o por alguien de confianza y con quien el niño se sienta cómodo.
¿La adaptación sólo involucra a los niños?
No, la adaptación es un proceso que también implica a padres y a maestros.
Los docentes también están frente a nuevas familias, nuevos alumnos, nuevas demandas y serán quienes acompañen a padres e hijos a atravesar este momento de la mejor manera posible. Las familias también se ven involucradas en este período.
¿Cómo pueden los adultos (padres y maestros) ayudar a los chicos en este proceso?
En los períodos de adaptación los niños suelen estar más susceptibles y vulnerables. La confianza, la seguridad y la autonomía son herramientas que maestros y padres deben brindarles a los chicos para que puedan superar con éxito los períodos de cambio.
¿Pueden presentarse dificultades durante el período de adaptación en el jardín maternal?
No todos los chicos se manifiestan de la misma forma: algunos pueden llorar, otros pueden mostrarse más retraídos, otros más tranquilos. Depende mucho del carácter de cada uno y de cómo la familia participa del proceso.
Algunos tips para que los papás ayuden a sus hijos en este proceso:
– No prolongar las despedidas.
– Estimular los logros que el hijo realiza, fuera y dentro del aula.
– Mostrarse alegres y tranquilos al dejar al niño en el jardín y al irlo a buscar.
– No llegar tarde: ni al llevarlo ni al retirarlo de la institución.
– No permitir que el hijo falte reiteradamente.
Ubicado en Puerto Madero, Puerto Crianza es un jardín maternal que se caracteriza por brindar educación de vanguardia dirigida a bebés y niños desde sus 45 días de vida hasta los 3 años.