La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef recomiendan, al igual que los médicos, la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida del bebé y luego hasta los 2 años, acompañada por otros alimentos.
Según los datos de la última investigación de Situación de la Lactancia Materna en Argentina, realizada en 2011 por el Ministerio de Salud, el 60% de los bebés de dos meses se alimenta con lecha materna exclusivamente, proporción que se reduce al 45% al cuarto mes y al 30% a los seis meses de edad.
Muchas veces se suele interrumpir prematuramente el amamantamiento. Por algún problema de salud específico de la madre, poco tiempo debido al ritmo de vida de la gran ciudad, la vuelta al trabajo o las rutinas acorta la lactancia materna.
¿Por qué es importante amamantar? Los especialistas indican que esta actividad no sólo alimenta, sino que también protege al bebé y a la madre de futuras enfermedades.
La leche materna es clave para no desarrollar enfermedades a futuro y así tener un mejor crecimiento. La leche humana tiene más de 370 componentes que inmunizan al bebé tanto de enfermedades inmediatas como futuras. Con el simple acto de amamantar a un recién nacido, por lo menos hasta los seis meses, la OMS y Unicef calculan que se podrían evitar más de un millón de muertes por año.
Además, amamantar también protege a las mujeres porque previene enfermedades como el cáncer de mama, la diabetes y el síndrome metabólico, entre otros.