¿Cómo elegir la colonia de vacaciones adecuada? Todos los interrogantes en torno a cómo elegir la colonia de vacaciones tienen su peso en la decisión. En consecuencia, todas las variables merecen ser contempladas. La ubicación geográfica de la institución, su infraestructura e instalaciones, las actividades propuestas, los días y horarios, la trayectoria pedagógica y la capacitación de los docentes y profesores y los intereses de nuestros hijos son, entre otras, algunas de las variables a tener en cuenta en el proceso de búsqueda de una colonia de vacaciones.
¿Qué tipo de actividades se desarrollan en la Colonia? De acuerdo a Celia María Pereira Rosa – miembro del equipo directivo de Puerto Crianza, s primordial analizar si la propuesta incluye una planificación adecuada, en la cual se prioricen los juegos de agua y con elementos húmedos y se destine una gran parte del tiempo a disfrutar de espacios al aire libre. Las actividades deben incluir la creación de hábitos, rutinas, consignas y modos que pasarán a constituir un “descubrimiento” para el niño que las irá integrando en el transcurso de la colonia de verano.
¿Cuáles son sus principales ventajas de ir a la colonia de verano? Si estas actividades se llevan a cabo con su propia esencia, con el sostén adecuado de lugares, normas, tiempos y pausas bien pensados de acuerdo a las posibilidades de cada grupo etario, ofrecerán la diversión y el disfrute anhelados por padres e hijos y marcarán acentuadamente el tiempo de “recreación” acorde con el estío, con las altas temperaturas del exterior, con la justa climatización de los interiores que induzcan al sereno descanso y serán parte de una placentera estadía veraniega para los pequeños. Son abundantes las actividades que ofrecen la posibilidad de que los niños elaboren herramientas para su desempeño. Si la colonia ha sido bien planificada, con creatividad, buen espacio, la transformación del ambiente y otras estrategias propias de docentes comprometidos, y si además se trata de una institución ya conocida para el niño, la misma ofrecerá un servicio enriquecido con la ventaja de los vínculos avanzados y sostenidos, de acuerdo a Pereira Rosa.
En términos generales, no hay una determinada edad sino una instancia madurativa a partir de la cual el niño está mejor predispuesto para asistir a una colonia. Esto está directamente relacionado con la asistencia a un jardín maternal o de infantes o a algún tipo de actividad con una mínima frecuencia de dos o tres veces por semana, sean talleres de juego, de arte, etc.
También hay excepciones. En algunos casos se trata de niños extremadamente sociables que aún sin realizar adaptación, concurren a una colonia y realmente disfrutan de ella.
¿Cuántas veces por semana resulta más adecuado enviar a los niños a la colonia?
Habitualmente la asistencia mínima sugerida es de dos o tres veces por semana, de forma tal que entre un encuentro y otro no haya un lapso de tiempo demasiado largo (esto desde la óptica de niños pequeños de hasta tres años de edad).