Los niños necesitan disfrutar de los espacios al aire libre. Disfrutar de jugar al sol y de sentir el viento en la cara. De no estar siempre en espacios cerrados. Jugar al aire libre es tan importante como cualquier otra actividad durante la primera infancia. Pero, en la actualidad, es una de las dinámicas que más se han perdido, debido a la poca disponibilidad de tiempo de los papás o por problemas de espacio en las casas.
Y en Puerto Crianza sabemos eso. Por eso, nuestra institución educativa, que está reconocida oficialmente y supervisada por la Dirección General de Educación de Gestión Privada (D.G.E.G.P.) bajo el registro definitivo Nro. 105., cuenta con un amplio espacio al aire libre provistos de paredes con protección acolchada y piso especial con diseño de vanguardia tal como se utiliza en los day-care americanos.
Puerto Crianza es la única institución para la primera infancia ubicada en Puerto Madero que cuenta con esta posibilidad. Además, una vez por semana los niños asisten a un centro deportivo para disfrutar de más y distintas actividades al aire libre.
El juego al aire libre es una de las grandes posibilidades para explorar y moverse, acciones básicas que permiten que el niño aprenda del mundo que lo rodea. Es una invitación a conocer, a moverse, a socializar y a crecer.
Es importante mencionar que la realización de todo tipo de actividades en espacios abiertos y al aire libre, como los que cuenta Puerto Crianza, aportan beneficios físicos al niño y contribuyen a desarrollar su creatividad y sociabilidad. Además de que jugar al aire libre conecta a los niños con el mundo, verlos divertirse y divertirse junto a ellos favorece su desarrollo físico y cognitivo.
Por su parte, los espacios verdes estimulan la coordinación motora de los niños y el desarrollo de su sistema músculo-esquelético, así como también les enseña a ser más autónomos. Por último y no menos importante, disfrutar y jugar al aire libre favorecen un mejor desarrollo de los órganos de los sentidos, ya que así los niños aprenden a reconocer distintos ruidos, texturas y colores, y son mucho más creativos al pensar sus propios juegos.
Además de brindar esta importante posibilidad para los niños, es parte de nuestra filosofía favorecer el encuentro madre-hijo y padre-hijo para estrechar vínculos y como marco indispensable para todo aprendizaje. Para incentivarlo, Puerto Crianza posee también un lugar donde las mamás y papás pueden estar con sus hijos en horas del mediodía.