Una encuesta realizada por Opinaia, una empresa que realiza estudios de mercadeo online, con casi 400 mujeres con hijos menores de 3 años, reveló que el 44% experimenta con culpa el abandono de la lactancia. Además, el 35% no logra alcanzar los objetivos de lactancia planteados durante el embarazo como consecuencia de la falta de leche o de las dificultades de la reincorporación al trabajo. Este último porcentaje es mayor en las mujeres mayores de 35 años, quienes manifiestan un sentimiento de presión al sentirse exigidas por una lactancia exclusiva; según el site nutricioninfantil.com.ar.
Por otro lado, y de acuerdo a los datos aportados por la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS 2007), el 95,4% de los niños son alimentados mediante lactancia materna, pero a medida que transcurren los meses esta práctica comienza a perderse: a los dos meses, el 57% de los niños se alimenta exclusivamente con leche materna, a los cuatro meses el 46%, y a los seis meses, sólo el 36%.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusiva hasta los 6 meses y luego con la alimentación complementaria hasta los dos años (reduce la mortalidad infantil y tiene beneficios en la salud que llegan hasta la edad adulta) pero muchas veces, lograr esto resulta muy difícil.
“Las jornadas laborales prolongadas, la vuelta precoz al trabajo, la falta de comodidades laborales para la extracción de leche y la falta de sueño hacen que se abandone la lactancia mucho antes de lo previsto. Es muy importante hablar con el pediatra sobre las dificultades en la lactancia, hay casos en los que no se pueden cumplir con los objetivos planteados, y no hay mejor persona para consultar sobre las alternativas posibles”, considera Luciana Meni Battaglia pediatra y vocera de ANI (Asociación de Empresas de Nutrición Infantil).
Para no sentir esa culpa y brindar la mejor nutrición posible para los niños, hay que buscar soluciones. Por ejemplo, las fórmulas de leches infantiles pueden extender el período de lactancia y prolongar los beneficios de la leche materna. “Antes que suspender la lactancia, prolongarla con un adecuado aporte de fórmulas infantiles en alguna toma, por ejemplo, aquellas en que la madre está fuera de casa. Cada uno conoce su situación y debe evaluar con el pediatra qué es lo mejor para el niño y su familia”, opina al respecto Battaglia.