Es una pregunta que muchos padres primerizos se hacen: ¿en qué posición debe dormir el bebé? Y es también uno de los temas sobre los que todos opinan, abuelos, tíos, primos, amigos; porque cada uno tiene su teoría o porque las recomendaciones médicas van cambiando, a medida que se logra un mayor conocimiento sobre la mejor alternativa. En la actualidad, varias sociedades científicas, de colocar a los bebés a dormir boca arriba, ya que reduce el riesgo de muerte súbita.
Si bien algunos reconocen que esta decisión puede ser y es discutida, los pediatras apoyan la idea y la recomendación de no poner al bebé a dormir boca abajo. ¿Por qué? Esta teoría está avalada por estadísticas provenientes de diversos estudios realizados en varios países. Además, ha sido adoptada prácticamente en todas las naciones con una política de salud responsable. Por ejemplo, Estados Unidos, a través de la Academia Americana de Pediatría, y Canadá, que cuenta con el aval de la Sociedad Canadiense de Pediatría. En tanto, en la Argentina, la Sociedad Argentina de Pediatría también está de acuerdo con la posición boca arriba para el buen descanso de los bebés.
Colocar a los bebés a dormir boca arriba reduce el riesgo de muerte súbita.
Las estadísticas demostraron que en todos los países donde se logró un cambio cultural (porque también la posición para dormir es un hecho cultural que, muchas veces, tiene que ver con ciertas creencias o costumbres de la población) con respecto a la posición en la que debe dormir el bebé, es decir, boca arriba, la muerte súbita se redujo a la mitad de casos o más.
El dormir boca arriba genera controversias entre los padres. Muchas veces se suele atribuir la muerte súbita a un ahogo y confunde los episodios de apneas o atoramientos con muerte súbita, pero nada tienen que ver con tal problemática. Si bien no está demostrado que dormir boca arriba evite las apneas o atoramientos, lo que sí es evidencia médica es que disminuye la muerte súbita.
Con respecto a la posición de costado, la Academia Americana de Pediatría publicó en un artículo en una importante revista de medicina pediátrica que esta posición no ha demostrado ser protectora y que las almohadas para recién nacidos tampoco demostraron su utilidad.